El rumor sorprendió a más de uno cuando comenzó a rodar a comienzos de este año. Y si bien los protagonistas prefirieron resguardarse y mantenerse al margen de los comentarios, el tiempo confirmó los hechos. En los últimos días, se los pudo ver muy juntos a Florencia Bertotti y Federico Amador, el romance que nació durante la grabación de Niní, tira que protagonizaba la actriz, que ahora ya no oculta la separación de Guido Kaczka.
Los encuentros entre Florencia y Federico fueron en aumento en los últimos tiempos y ya no se ocultan, aunque tanto ella como Guido priorizan el bienestar de su hijo, el pequeño Romeo, de sólo 2 años de edad. Como lo ilustra en su última edición la revista Caras, la relación marcha viento en popa y no parece ser un simple romance de pocos días.
Amador posee su casa en la residencial localidad de Victoria y ése es el lugar elegido por la pareja para dar rienda suelta a la pasión, por tratarse de un lugar discreto. Uno de esos encuentros se dio el miércoles 21, cuando Florencia salió del edificio de la zona de Núñez, donde vive, para dirigirse a la casa de su nueva pareja.
En la mañana del sábado 24, la citada publicación registró las primeras imágenes de este amor, prohibido en su comienzo, pero que ahora no parece tener límites. Ese día, Florencia abandonó la casa de Amador luego de una intensa noche de amor. Tras la despedida con un beso, la actriz salió a la calle vistiendo solamente una remera larga y botas de gamuza, además de estar despeinada, sin maquillaje y llevando el resto de su ropa en la mano.
Los encuentros entre Florencia y Amador se han hecho moneda corriente y los vecinos del actor ya no se sorprenden de ver el auto de la actriz llegar durante los días de semana. Todo parece indicar que la relación marcha muy bien y eso lo demuestran en cada encuentro.
Sin embargo, por el momento prefieren mantenerse en el anonimato y ser discretos en sus movimientos. Bertotti suele alternar las entradas a su edificio, una por Libertador y otra por la calle 12 de Setiembre, mientras que cuando Amador la visita, suele llegar escondido en el asiento trasero del auto de ella para no ser visto.
Otro detalle que marca la prudencia con la que se maneja la pareja es que Florencia Bertotti pidió no atender a los periodistas en la fiesta final del rodaje de su última película Igualita a mí, para evitar responder a los periodistas sobre los rumores.
Del mismo modo, tanto Florencia como Guido tratan de resguardar la integridad de su hijo, el pequeño Romeo y no exponerlo en esta situación. Ella lo lleva casi a diario al jardín de infantes y lo pasa a buscar por la tarde, cuando termina la jornada y no lo lleva nunca a sus encuentros con Federico Amador.
Todo parece indicar que la relación entre Florencia Bertotti y Guido Kaczka llegó a su término y que ahora seguiría su curso legal. Ella estaría entregada a su nuevo amor que nació casi por casualidad.
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